FUNDACIÓN NATURALEZA Y HOMBRE

Esta isla, situada frente a las costas de Loredo en Ribamontán al Mar, es la de mayor tamaño del Cantábrico. Cuenta con 18 hectáreas, buena parte de las cuales se encontraban, al inicio del proyecto, colonizadas de especies exóticas invasoras, como el plumero (Cortaderia selloana) y la chilca (Baccharis halimifolia). La proximidad de la isla a la línea litoral y la capacidad de las semillas de estas especies para diseminarse con el viento a lo largo de grandes distancias han ocasionado una colonización desmedida de este singular paraje natural en el que la presencia humana es muy limitada.

Isla de Santa Marina

En este contexto, Fundación Naturaleza y Hombre, de la mano de su proyecto LIFE+ Miera junto con su socio MARE, abordan el problema con el objetivo de restaurar el brezal costero (Erica vagans) de este enclave insular único en el Cantábrico cuyas poblaciones se han visto reducidas en los último años de manera acusada. Para ello, durante los meses de verano, una cuadrilla de diez trabajadores se desplaza diariamente en barco junto con el material necesario para un desbroce selectivo y un tratamiento adecuado.

Labores de eliminación de invasoras en la Isla de Santa Marina deben salvar limitaciones técnicas como la ausencia de agua dulce disponible

La primera campaña de eliminación de flora invasora se realizó en 2016, y en 2017 se continúa trabajando con la parte norte de la isla. Tras constatar durante las labores de seguimiento que los tratamientos de eliminación han acabado con la práctica totalidad de la chilca y el plumero tratados.

La acción será completada durante los meses de otoño con la plantación de brezo en zonas seleccionadas por la isla. Este brezo de la especie Erica vagans ha sido producido en el Vivero El Pendo.