El coordinador del proyecto LIFE Anillo Verde, el Presidente de Fundacion Naturaleza y Hombre y la Directora del CEARC

Workshop “Anillo Verde la Bahía de Santander: conectando la naturaleza y la ciudad”

Hoy han tenido lugar las charlas del seminario “Anillo Verde de la Bahía de Santander: conectando la naturaleza y la ciudad”, organizadas por la Fundación Naturaleza y Hombre, en las que destacados ponentes del ámbito de las infraestructuras verdes hablaron sobre sus experiencias profesionales de recuperación de hábitats en entornos urbanos. El encuentro tuvo lugar en la Finca de Riosequillo, en Villaescusa, Cantabria.

Estas ponencias forman parte del proyecto LIFE+ “Anillo Verde de la Bahía de Santander: conectando la naturaleza y la ciudad”, que trabaja en recuperar áreas degradadas pero de gran valor ecológico en torno a la bahía de Santander, tanto en los municipios limítrofes con la misma como en otros más alejados. Con ellas, se puso en común el conocimiento de expertos en este ámbito así como las experiencias similares que ya se están llevando a cabo en otros lugares, como la ciudad de Vitoria o la localidad cántabra de Campoo de Yuso.

Víctor Colino, de la Universidad de Salamanca, explicó qué es una infraestructura verde e hizo un repaso por las distintas concepciones sobre la conservación de la Naturaleza que se han ido dando a lo largo de la historia. Así, señaló que mientras en la época del Romanticismo se protegían los paisajes porque eran “muy bonitos”, esto fue evolucionando, de modo que en la actualidad se entiende el valor de preservar la biodiversidad. Para ello, además, destacó la importancia no solo de recuperar áreas aisladas sino de conectarlas entre sí, por medio de corredores verdes, como medio imprescindible de favorecer los esfuerzos de conservación.

El representante de la Consejería de Medio Ambiente, Ángel de Diego, expuso los esfuerzos que, desde el POL (Plan de Ordenación del Litoral) hasta la declaración del Plan Especial de la Bahía de 2014, se han venido haciendo para ayudar en la preservación de los espacios naturales en torno a la bahía de Santander. Defendió el POL como una iniciativa “valiente”, que no se limitaba a respetar un determinado número de metros desde el litoral, sino que tenía en cuenta que había piezas dignas de valorarse (ya fueran mieses, montes comunales o encinares), e incluso otras ligadas a usos industriales, mineros (una tan humilde como la caseta de un guardavías) o sanitarios (como las edificaciones de la Isla de Pedrosa).

Ángel de Diego, consejería de Medio ambiente de Cantabría

Ángel de Diego, Consejería de Medio Ambiente de Cantabria

Recordó lo difícil que fue acotar el tremendo desarrollo inmobiliario previo a la crisis económica y puso como ejemplo las presiones que hubieron de soportar por no permitir la construcción en las laderas de Peña Cabarga.

Además, se alegró de la existencia de otros esfuerzos previos, como el Plan de Movilidad Ciclista, a partir del cual se puede seguir luchando porque en un futuro “se pueda ir en bici bordeando toda la bahía”.

La intervención de Luis Orive (del Centro de Estudios Ambientales de Vitoria-Gasteiz) era una de las más esperadas, pues había mucho interés entre los asistentes por saber cómo, bajo su dirección, se había ido creando el Anillo Verde de Vitoria, ya muy desarrollado y que le ha valido a la ciudad el reconocimiento como Capital Verde Europea.

En ese sentido, se mostró dispuesto a “ayudar para que no cometáis los mismos errores que nosotros, que han sido muchos” e insistió en lo importante que fue para ellos la voluntad política favorable a que el proyecto se llevara a cabo, a pesar de que también se encontraron con dificultades.

En cuanto a los elementos naturales que constituyen la base del Anillo Verde de Vitoria destacó dos: los montes del sur desde los que fluyen aguas hasta el río principal en el norte, y la existencia de humedales y pequeños bosques que se podían regenerar.

También otorgó mucha importancia a la educación ambiental y a la creación de una cultura favorable a las intervenciones de conservación y, al respecto, subrayó que el 70% del presupuesto del Centro de Estudios Ambientales de Vitoria, que dirige, se dedica a estos fines. Y en cuanto a los reparos por cuestiones económicas, contó cómo primero fue más difícil sortearlos, mientras que ahora es más fácil, porque lo verde “llena los hoteles” y tiene otros beneficios para el comerciante y los negocios inmobiliarios.

Luis A. Orive (Centro de Estudios Ambientales de Vitoria-Gasteiz)

Luis A. Orive, Centro de Estudios Ambientales de Vitoria-Gasteiz

Sobre las últimas actuaciones en el Anillo Verde, que no se da por concluido, destacó la plantación de 250.000 árboles y la creación de un bosque de ribera en una gran avenida, que los ciudadanos y los comerciantes acogieron bien, pese a que así habría menos plazas de aparcamiento.

Miguel Toca y Miguel Arsenio Sánchez Pérez técnicos del Ayuntamiento de Campoo de Yuso, contaron la experiencia con actuaciones como la creación de madrigueras para armiños, la restauración de charcas que sirven tanto a la fauna salvaje como a la ganadería, la instalación de cajas nido, la recuperación de tejos… y destacaron la importancia de explicar a los vecinos los beneficios de estas pequeñas acciones para proteger el paisaje. Así consideran que crear una red de microbosques en terrenos abandonados por ejemplo es contribuir a las infraestructuras verdes.

El siguiente grupo de ponencias se centró en la conectividad ecológica como forma de crear territorio. Así la intervención de Paula Gil del Museo de Ciencias Naturales (CSIC) se centró en la conectividad ecológica como herramienta esencial para crear una red ecológica planificada y gestionada con la finalidad de frenar la pérdida de biodiversidad. Con ello se aseguran los beneficios que la naturaleza aporta a nuestra salud.

El coordinador del proyecto LIFE Anillo Verde con Paula Gil, Museo de Ciencias Naturales

El coordinador del proyecto LIFE Anillo Verde con Paula Gil, Museo de Ciencias Naturales CSIC

Tras un descanso para comer la tarde continuó con el interesante enfoque que Jesús Varas de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria, aportó sobre el paradigma de los espacios protegidos y como contribuyen a la conservación. La protección de espacios naturales aislados está obsoleta, sobre todo en entornos donde la actividad antrópica es alta. Su eficacia se basa en estar incluidos en un contexto más amplio de ordenación del uso del suelo y de los recursos naturales. Es mejor enfocar la conservación como una herramienta esencial de ordenación del territorio.

También se mostró partidario de mantener la protección de espacios naturales a nivel local, ya que así se convierten en estrellas de protección y adquieren más fuerza para convencer a la ciudadanía. Las personas son las que han de creer en los espacios naturales y en su protección.

Las especies invasoras tuvieron un espacio gracias a la charla de Jacobo Fernández Rojo  de IMATUR que presentó el Plan de Acción contra el Plumero en Cantabria. En su experta opinión es una planta invasora que no logrará ser erradicada íntegramente del territorio cántabro. El plan intenta reducir su área de expansión basándose en la gestión de especies invasoras que se viene realizando a nivel europeo en la que se incide consecutivamente en prevenir, contener y por último erradicar.

La visión de la naturaleza como generador de riqueza y bienestar cerró los bloques de ponencias contando con la visión de Lorena Peña y Beatriz Fernández de la Cátedra UNESCO sobre Desarrollo Sostenible y Educación Ambiental de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) que ven en la resiliencia del territorio la fuerza natural paras resistir a las especies invasoras.  Sus análisis basados en un moderno marco conceptual y metodológico del Programa Científico Internacional de Naciones Unidas denominado Evaluación de los Ecosistemas del Milenio han visto que informar sobre las consecuencias de los cambios que estamos provocando en los ecosistemas en una pieza clave para poner en valor ante la ciudadanía nuestro patrimonio natural, siendo la Educación Ambiental junto a la divulgación unas de las más potentes herramientas para sensibilizar ante la degradación del 60% de los servicios de los ecosistemas a los que nos enfrentamos en la actualidad.

El seminario concluyó con la presentación de Carlos Sáinz de la empresa Bahía de Santander, Ecoturismo y Educación Ambiental que destacó la sensibilización desde el ámbito ecoturístico y de la Educación Ambiental ante la biodiversidad y su protección como forma de provocar la sostenibilidad ambiental. Porque disfrutamos de los servicios que nos facilita la naturaleza pero con el compromiso de hacerlo con responsabilidad. A través de las actividades ecoturísticas que desarrolla su empresa interpretan los espacios en red Natura 2000 y los espacios protegidos en Cantabria transformando el lenguaje y los conceptos científicos para que lleguen a la ciudadanía y sea comprendida su importante función para el ser humano.