Ríos sin obstáculos y otros mundos llenan de vida Liérganes
Hoy se ha celebrado ya la primera jornada de la II Semana LIFE Miera, en el ecomuseo de Liérganes, organizada por Fundación Naturaleza y Hombre, en la que varios expertos analizan los problemas a los que se enfrenta la biodiversidad en la cuenca de este río. La Semana LIFE Miera consiste en una serie de ponencias y debates que se desarrollan durante dos días y que están abiertas tanto a expertos como a cualquier ciudadano interesado; a su vez se complementan en una salida de campo que se llevará a cabo el sábado, 10 de junio.
De este modo Fundación Naturaleza y Hombre se suma al 25 aniversario del programa LIFE y de la creación de la Red Natura 2000 y Hombre a través de su proyecto LIFE “Conservación de la biodiversidad en el río Miera”, que coordina. Cuenta con la empresa pública de Cantabria MARE (Medio Ambiente, Agua, Residuos y Energía) y la Consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social como beneficiarios asociados. Además dispone del apoyo económico de la citada consejería; de Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España, y del instrumento financiero LIFE de la Unión Europea.
El primer bloque de ponencias se dedicó a la gestión y la conectividad ecológica en los ríos y se hizo especial hincapié en las dificultades que suponen las presas para el remonte de los ríos de salmones y otros peces. En ese sentido, Javier Sanz, especialista en escalas para peces que colabora con el proyecto LIFE Miera, apuntó que “aparte de las grandes presas”, el mayor problema “son los pequeños obstáculos”, desniveles artificiales que, en muchos casos, ya no tienen uso. “De ellos”, explicó, “solo un 5% tienen pasos para peces. Y de ese porcentaje, solo un 15% funciona”.
Las soluciones a esto pasan por habilitar pasos, rampas o incluso “ascensores”. Y describió las actuaciones que se van a implantar en dos pequeñas presas del Miera: el azud de El Arral y el de Rubalcaba. En el primero, y dado que es un Bien de Interés Cultural que no se puede alterar, se va a habilitar una especie de paso en uno de los laterales que se integrará con el entorno. Y en el caso de la presa de Rubalcaba, de 1,30 metros de alto, se va a construir un desnivel de la mitad de esa altura justo delante, para dividir el salto en dos más asequibles.
Íñigo Mendiola, de la Diputación de Guipúzcoa, contó las experiencias y los problemas del proyecto LIFE Irekibai para devolver la conectividad ecológica a los ríos Bidasoa y Leitzaran, que se encontraban muy contaminados, y cómo tuvieron que demoler varias presas para conseguirlo.
Y el jurista Pedro Brufao, especialista en legislación de la Red Natura 2000, llenó su charla de anécdotas sobre cómo en muchos casos las administraciones públicas esquivan el cumplimiento de esas leyes, que otorgan gran protección a ciertos hábitats y especies como la nutria, el desmán ibérico, o el esturión, por intereses económicos. La cuestión administrativa es muy influyente. De hecho en muchas ocasiones las administraciones se apoyan en no restablecer lo que está perdido, cuando en realidad se trata de seguir políticas para restablecer áreas que potencialmente pueden restaurarse a su aspecto natural tal y como marca las directivas europeas en materia de medioambiente.
De hecho, la Directiva de Hábitats (la ley que protege hábitats y especies y que regula la Red Natura 2000) es muy clara, señaló: “Si existe determinada especie, hay que protegerla. Y si la hubo y se puede recuperar, también hay que hacerlo”. Sin embargo, en no pocos casos esto no se hace.
El Instituto de Hidráulica de Cantabria (IH Cantabria) de la Universidad de Cantabria estuvo representado por Pepe Barquín, que habló de la relación entre vegetación, contaminación y biodiversidad en los ríos. Y de cómo nuestras acciones tienen un efecto directo en un ecosistema tan dinámico. Ya que la energía y la materia viajan por dicho ecosistema por lo que condicionan directamente la vida que en él tenemos.
Santiago Rego, alcalde de Liérganes, que dio la bienvenida a los participantes, recordó que el proyecto LIFE Miera en el que se inscriben estas jornadas “trata de mejorar uno de los cauces más bonitos de Cantabria, que se encuentra ahora con muchos problemas, casi sin fauna piscícola”.
Por su parte, el Director General de Medio Ambiente, Miguel Ángel Palacio (que sustituyó a Eva Díaz Tezanos, que no pudo acudir por problemas de agenda) defendió en su intervención las actuaciones del Gobierno de Cantabria en la conservación de la naturaleza y afirmó que si por algo se ha de distinguir el siglo XXI es “por vivir en armonía con la naturaleza”. Así mismo anunció un inminente decreto del gobierno autonómico en materia de escorias de la industria siderúrgica que, favoreciendo la economía circular, van a convertirse en productos para las obras públicas.
En su presentación inaugural, Carlos Sánchez, presidente de Fundación Naturaleza y Hombre, organizadora de las jornadas, habló de la importancia de la Red Natura 2000, que agrupa espacios protegidos por toda Europa y que cumple este año su 25 aniversario, e hizo un repaso por 25 hitos de Fundación Naturaleza y Hombre en la promoción de la biodiversidad en alianza con las directivas europeas de la protección de la naturaleza.
Tras la pausa del almuerzo, durante el que se degustaron productos ecológicos y de proximidad, continuaron las ponencias con el siguiente bloque destinado a los insectos, conocimiento y gestión. La entrada a este otro mundo invisible a la mayoría de los ciudadanos se inició con una exitosa experiencia de ciencia ciudadana llevada a cabo en Italia a través de proyecto LIFE MIPP. La investigadora italiana Lara Redolfi del Corpo Forestale dello Stato realizó la presentación.
A lo largo de su intervención expuso como la participación voluntaria de la ciudadanía ha logrado un trabajo excepcional de recopilación de datos sobre 5 especies de coleópteros. Los datos recogidos durante 3 años, a través de web y de aplicación de telefonía móvil, son abrumadores. Ya que se lograron 2.308 registros que en un 73% fueron confirmados por especialistas en entomología. Lo que hizo modificar datos científicos existentes, pues de algunas especies los datos se convirtieron en significativamente mayores, además de ampliar el rango de distribución de algunas de las especies de coleópteros saproxilicos estudiados.
El importante papel que el río Miera juega como corredor ecológico en la región, por lo que cuenta con varios espacios en Red Natura 2000, fue presentado por Jose Manuel Pereira, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela y técnico colaborador de Fundación Naturaleza y Hombre, a través de dos especies de insectos (Lucanus cervus y Coenagrion mercuriale) incluidas en la Directiva Hábitats.
“Para su supervivencia la conservación debe iniciarse en los tramos altos fluviales para que de este modo llegue en buen estado a todos los tramos de su cuenca” afirmaba. Para lograrlo nada mejor que basarse en buenas prácticas agrícolas y ganaderas, el esencial apoyo de la divulgación y concienciación social, un buen manejo de la red hídrica y la creación de nuevos espacios vitales para la supervivencia como puede ser la permanencia en los robledales de madera muerta, ya que es el alimento esencial del escarabajo ciervo volante (Lucanus cervus) y de la creación de charcas y mantenimiento de pequeños regatos en buenas condiciones hídricas, que son la garantía de supervivencia del caballito del diablo (Coenagrion mercuriale).
Cerró este bloque de ponencias Eduardo Galante, presidente de la Asociación Española de Entomología, que inició su presentación agradeciendo el esfuerzo nada usual que realiza la Fundación Naturaleza y Hombre para favorecer la biodiversidad de insectos. Razón por la que ostenta la primera Reserva Entomológica de España ubicada en la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba, propiedad de la fundación.
Esos grandes desconocidos de la biodiversidad y que sin embargo realizan una labor esencial para los servicios ecosistémicos son “seres vivos que incluso sus estudiantes de biología definen como “bichos” y sin embargo se trata de actores imprescindibles en todos los procesos ecológicos, tanto de ecosistemas terrestres como de agua dulce” afirmaba.
Con datos sorprendentes como que el 70% de la biodiversidad se la debemos a los insectos y que producen el 20% de la biomasa vegetal, aparte de ser los auténticos “basureros de la naturaleza” capaces de degradar cadáveres y excrementos incluso. Por ello uno de los grandes retos que todos aquellos que trabajan por la conservación por la biodiversidad deben asumir es el de revertir la visión de la sociedad y de una vez por todas dejar de lado el tópico que se mantiene actualmente sobre la fauna ya que en realidad “la imagen y el tamaño si importan”. Por su excepcional papel biológico hemos de vender el producto “insectos” a la sociedad como si de un lince o un oso pardo se tratara.
El último bloque de la jornada se cerró con un animado debate entre asistentes y ponentes sobre los insectos y sus hábitats, así como las medidas que pueden favorecer su conservación como es la creación de reservas entomológicas.
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