Celebrado el encuentro de Fincas por la Conservación del Oeste Ibérico

El Club de Fincas por la Conservación del Oeste Ibérico acaba de celebrar su encuentro anual en la Reserva Biológica Campanarios de Azaba (Salamanca), en una jornada organizada por Fundación Naturaleza y Hombre en la que hubo una suelta de perdices rojas, charlas sobre distintos aspectos de la conservación de la dehesa y la entrega de un premio a la Finca La Parrilla, de Monfragüe, por su promoción de la biodiversidad.

El Club de Fincas por la Conservación del Oeste Ibérico engloba 27 espacios naturales entre fincas privadas, reservas biológicas y enclaves protegidos que alcanzan en total 20000 hectáreas en Salamanca, Cáceres y Portugal, en las áreas de Campanarios de Azaba, Monfragüe, Sierra de Gata y Faia Brava.

Esta red de fincas es clave en la preservación de los hábitats del Oeste Ibérico, pues en ella se llevan a cabo actuaciones de fomento de la biodiversidad como la plantación de encinas, la creación de charcas, la instalación de nidos de rapaces o la mejora de las poblaciones de conejo, paloma torcaz o perdiz roja, básicas en la cadena trófica de la dehesa.

Se soltaron perdices rojas en la Reserva Biológica Campanarios de Azaba, en Salamanca

Precisamente una de las actuaciones de la jornada fue la suelta de perdices rojas, que estuvo precedida de un taller sobre la metodología de ese tipo de iniciativas a cargo de Jesús Antonio Jiménez, y se entregaron ejemplares a la Sociedad de Cazadores de La Alamedilla y al Acotado de Nave de Haver. Además, Juan José Gómez Aguado, de la Finca La Parrilla, recibió un premio por su implicación en la conservación de la biodiversidad.

El encuentro sirvió también para discutir sobre distintos aspectos de la conservación de la dehesa: José Sánchez, de la Universidad de Salamanca, dio una charla sobre las técnicas de micorrización, que emplea hongos para favorecer el crecimiento de encinas; el veterinario Carlos Aldea habló sobre el lince ibérico; y la técnico de FNYH, Miryam Palomo, recordó el papel de los insectos en los ecosistemas y destacó la importancia de Campanarios de Azaba, primera Reserva Entomológica de España.

La Finca La Parrilla, de Monfragüe, recibió un premio por su implicación en la conservación de la biodiversidad

Este encuentro se produce poco después de que Fundación Naturaleza y Hombre, que organizaba el mismo, haya recibido el Premio de Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad, quizá el más importante del país en ese ámbito, por su trabajo en el Oeste Ibérico que, en palabras de Carlos Sánchez, presidente de FNYH, es un “continuo digno de ser preservado” en el que encontramos dehesas, sierras, cañones fluviales… y que acoge especies emblemáticas como el buitre negro, el águila imperial, la cigüeña negra, el alimoche o el lince.

El Club de Fincas nació con la intención de llevar a cabo actuaciones de cuidado y promoción de la biodiversidad a través de la fórmula de Custodia del Territorio, por la cual el propietario del terreno y la entidad de custodia llegan a un acuerdo para colaborar en la conservación. Este proyecto, coordinado por Fundación Naturaleza y Hombre con la colaboración de la Universidad de Salamanca y la Associação Transumância e Natureza, se lleva a cabo en áreas protegidas de la Red Natura 2000, y ha contado durante años con la ayuda de la Unión Europea a través de los fondos del programa LIFE y el apoyo de Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica.

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