Más de 100 personas celebran en la Marisma de Alday el Día Mundial de los Humedales

Más de un centenar de personas de todas las edades se acercaron esta mañana a la Marisma de Alday para celebrar el Día Mundial de los Humedales y disfrutar de la visita guiada que organizaba la Fundación Naturaleza y Hombre. Durante toda esta semana diversas entidades de todo el mundo están desarrollando acciones similares para llamar la atención sobre la necesidad de conservar estos espacios naturales, tan ricos en biodiversidad y tan necesarios para la supervivencia de numerosas especies.

Niños y mayores han disfrutado con el hermoso panorama de la Marisma, tanto en su zona dulce como salada, y han aprendido a identificar las diversas especies de avifauna que pueblan el humedal durante el invierno, como el ánade real, el porrón europeo, la agachadiza común, el cormorán grande, la garza real, y la garcilla bueyera. Incluso, han podido avistar un aguilucho lagunero durante unos instantes, antes de que esta ave se escondiera entre el carrizo de la Marisma.

Para el mejor visionado e interpretación de todas estas especies, la Fundación Naturaleza y Hombre ha proporcionado prismáticos y telescopios a los visitantes. Además, los más pequeños han disfrutado dando de comer a los caballos losinos que pastan habitualmente en la zona y han participado en talleres de artesanía ecológicos.

Con la jornada de hoy, la Fundación Naturaleza y Hombre ha querido acercar una vez más la riqueza de este humedal a la población y reivindicar la importancia de continuar trabajando por la conservación de estos espacios naturales.

La Marisma de Alday es una de las joyas naturales en las que esta asociación lleva trabajando desde el año 2000. Con el acto festivo de hoy, se ha reivindicado no sólo la conservación activa de este humedal, sino de todos ellos, tan cercanos y, en ocasiones, tan desconocidos para la población en general. Dar a conocer estos espacios naturales de gran valor supone el primer para implicar al máximo de agentes posibles en la conservación de los mismos, ya que lo que no se conoce, no se valora y lo que no se valora, no se respeta ni cuida.