LAS MARISMAS DE ALDAY RECIBEN A NUEVOS VISITANTES

A principios de septiembre, las Marismas de Alday, adscritas al programa Áreas para la Vida de la Fundación Naturaleza y Hombre, han recibido la visita de diversas especies de avifauna, congregándose todas ellas en la laguna dulce del humedal. Entre ellas hay que destacar el Aguilucho Lagunero, la Garza Imperial y el Archibebe Fino.

El Aguilucho Lagunero es mayor y menos grácil que otros aguiluchos, pudiendo llegar a medir de 45 a 55 centímetros. Machos y hembras se caracterizan por el color chocolate de su plumaje, aunque existe un gran dimorfismo sexual entre ambos sexos. En el caso de los primeros la cabeza es de color claro, con oscuras estrías que cruzan la parte inferior. Su pecho pardo contrasta con las negras rémiges primarias (plumas situadas en la punta de las alas), que en algunas zonas se tornan grises azuladas. Las hembras, carecen de estos tonos en las alas y en la cola, que en este caso son pardas. Asimismo, su cabeza color ocre es atravesada por una oscura banda ocular.

La preferencia de estas aves por terrenos ligados a masas acuosas queda patente en la presencia de 2 hembras de Aguilucho Lagunero en las Marismas de Alday, y constituye un hecho destacable, debido al descenso que ha sufrido su población en España en los últimos años.

El número de ejemplares que ha visitado el humedal es superior en el caso de la Garza Imperial, habiéndose contabilizado hasta once. Este ave de cuello largo y serpenteante es menor que su hermana mayor, la Garza Real, y posee un plumaje más oscuro. Gran pescadora de batracios y de pequeños peces, su estrategia de pesca se fundamenta en permanecer inmóvil entre la vegetación acuática acechando a sus presas. Por ello muy raramente caza al descubierto.

A pesar de sus hábitos gregarios, menor ha sido el número de Archibebes Finos que se ha acercado hasta las Marismas de Alday. Y es que únicamente uno se ha animado a visitar el humedal, alegrando el entorno con su carácter algarero y musical. Su tamaño ronda los 23 centímetros, y posee un pico fino y puntiagudo, acompañado de largas y delgadas patas. Aunque su plumaje es pardo y poco distintivo, sufre diversas variaciones a lo largo de las estaciones. Así, en verano se cubre de numerosas motas negras, y se vuelve más grisáceo y uniforme en invierno.

El humedal también ha contado con la presencia de un único ejemplar de Pechiazul, que se ha acercado hasta la laguna dulce de las Marismas de Alday, ostentando un bellísimo plumaje donde destaca el intenso color azul de su pecho.

En el caso del Moscón, han sido avistados siete de ellos haciendo gala de su extraordinaria inteligencia. Y es que estos pájaros son de lo más curioso, debido principalmente a su gran capacidad de construir nidos asombrosos. Por ello, el estudio de sus costumbres constituye para los naturalistas españoles un trabajo verdaderamente apasionante.

Otra de las congregaciones que se ha formado en las Marismas de Alday, es la de las Cercetas Carretonas. Este pato ligeramente menor en envergadura y tamaño a la Cerceta Común, posee un plumaje que no es menos llamativo.

La llegada de estas especies, pone de manifiesto la consolidación de las Marismas de Alday como uno de los refugios de aves acuáticas más importantes de la Bahía de Santander. Se convierte así, en un lugar excepcional para la observación de las costumbres y las características de numerosas especies de avifauna.

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