LA INDUSTRIA EOLICA DE LA PEÑUCA DESTRUIRA EL PATRIMONIO PAISAJISTICO DE LA CABECERA DEL RIO PAS

El monte de la Peñuca se eleva 1325 metros sobre el nivel del mar en plena parte central de la Montaña Cantábrico-Burgalesa. Su carácter aislado y ajeno a la influencia humana mantiene sus ecosistemas en un estado de conservación óptimo y convierte el área en el reservorio genético más importante del macizo cantábrico-burgalés; Asimismo, al elevarse en el corazón del paisaje pasiego supone un punto de referencia visual privilegiado en este entorno sociocultural, patrimonio compartido y vínculo transprovincial entre Cantabria y Burgos. Por desgracia, esta idílica situación acaba de ser condenada a una destrucción segura.

El permiso otorgado por el ejecutivo castellanoleonés a Energías Renovables del Bierzo S.L. para la construcción de la industria eólica ‘La Peñuca’ (mediante resolución de la Delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos), sobre la cumbre del mismo nombre, tendrá gravísimas consecuencias medioambientales y socioculturales. Las afecciones sobre el patrimonio natural y paisajístico del alzado de los 22 aerogeneradores previstos serán devastadoras.

IMPACTO TRANSPROVINCIAL

La industria eólica de la Peñuca – proyectada sobre la parte alta de la cuenca hidrográfica del río Nela, en el límite con Cantabria – se elevará sobre la cabecera del río Pas en Cantabria. En concreto, sobre la vertical de la localidad de San Pedro del Romeral, en la cuenca de visibilidad de magníficos ejemplos de arquitectura popular pasiega como el barrio de Omias de Arriba. De esta forma se estrecha el cerco sobre el Valle del Pas, cuyo patrimonio paisajístico se encuentra amenazado ya por la central aeroeléctrica de Valdeporres, en construcción en la actualidad.

Los proyectos eólicos emprendidos en territorio burgalés están colocando las cabeceras de los valles fluviales cántabros en una situación difícil. Mientras ‘La Peñuca’ consume etapas hacia su construcción definitiva, el valle del Asón ve su paisaje severamente dañado por la industria eólica ‘La Sía I’. A la expectativa queda el área del río Miera, pendiente del resultado del proceso de autorización de la central de ‘Los Tréboles’.

RESERVORIO GENETICO VITAL

La parte superior de la vertiente sur de la Peñuca, su vertiente norte, así como la propia zona de coronación donde se ubicará la industria eólica están ocupadas por una excelente formación de matorral subalpino y pastizal, formado, entre otras especies, por brezo, enebro rastero y arándano. Esta formación vegetal aparece entre las estrictamente protegidas por la Directiva Hábitats de la Unión Europea (UE). Además, la citada vertiente sur está ocupada en su parte inferior por un extenso hayedo en un excelente estado de conservación; se trata del hayedo que ocupa la cabecera del Arroyo Engaña, con una amplia biodiversidad.

El valor faunístico de la zona queda, a su vez, fuera de todo duda. El área de la Peñuca es utilizada como zona de reproducción y crianza por ejemplares de diferentes especies que, posteriormente, se dispersan por toda la Montaña Cantábrico-Burgalesa. Encontramos poblaciones de grandes mamíferos como el lobo ibérico, el corzo y el jabalí, además de ejemplares de especímenes de menor tamaño pero gran valor como el gato montés, entre otros.

Los diversos ecosistemas afectados por el alzado de areogeneradores y sus obras auxiliares componen también un territorio único para la avifauna; la práctica totalidad de las especies presentes están protegidas por el Anexo II del Convenio de Berna para la Protección de la Fauna y Flora Silvestre de Europa y las directivas Hábitats y Aves de la UE, además de estar catalogadas como de interés especial por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas

El entorno del monte de la Peñuca alberga la única población estable de pito negro de la provincia de Burgos, goza de la presencia de la perdiz pardilla – especie con sólo tres zonas de nidificación en la Península Ibérica y cuenta con importantísimas colonias de rapaces como el águila real, la aguililla calzada, el aguilucho pálido o el milano negro.

Notas de Interés

  1. La autorización de la central eólica de La Peñuca incide en el total desprecio del proceso de industrialización eólica para con los convenios internacionales suscritos por España. En este caso, la Convención Europea del Paisaje, celebrada en Florencia, en octubre de 2.000, y que dio como fruto el Convenio Europeo del Paisaje, firmado por España, el cual se encomienda la tarea de ir introduciendo, en la sociedad y en las actividades económicas, los mecanismos que garanticen el respeto a la calidad del paisaje, entendiendo éste en todas sus dimensiones, no solamente estéticas, sino particularmente en sus raíces ecológicas y en la dinámica natural modelada por los procesos culturales que se desenvuelven paralelamente.
  2. Asistimos nuevamente a la quiebra de modelos de desarrollo emanados de la UE. La aprobación de La Peñuca entra en fuerte contradicción con los objetivos del Programa LEADER+ Merindades, donde se encuentra el área solicitada para la central eólica. A este respecto conviene no olvidar los objetivos que persiguen este tipo de programas: “incitar a los protagonistas rurales a reflexionar sobre el potencial de desarrollo de su territorio en una perspectiva de más largo plazo. (…). Los agentes locales aplican la estrategia original que ellos mismos han desarrollado. Experimentan así nuevas formas: de valorización del patrimonio natural y cultural, de mejora del entorno económico para la creación de empleo, de mejora de la capacidad organizativa de la comunidad. “
  3. Los terrenos ocupados por la central eólica “La Peñuca” son en su totalidad Montes de Utilidad Pública. El U.P 505 (Monte Río Nela), se vería afectado por las instalaciones eólicas, por ello consideramos que el elevado número de nuevos caminos de acceso a realizar, en un área donde se esta invirtiendo mucho dinero para la regeneración hidrológico – forestal en Montes de Utilidad Publica, hace que deba prevalecer la utilidad publica sobre la hipotética utilidad de la central eólica.

El monte de la Peñuca se eleva 1325 metros sobre el nivel del mar en plena parte central de la Montaña Cantábrico-Burgalesa. Su carácter aislado y ajeno a la influencia humana mantiene sus ecosistemas en un estado de conservación óptimo y convierte el área en el reservorio genético más importante del macizo cantábrico-burgalés; Asimismo, al elevarse en el corazón del paisaje pasiego supone un punto de referencia visual privilegiado en este entorno sociocultural, patrimonio compartido y vínculo transprovincial entre Cantabria y Burgos. Por desgracia, esta idílica situación acaba de ser condenada a una destrucción segura.

El permiso otorgado por el ejecutivo castellanoleonés a Energías Renovables del Bierzo S.L. para la construcción de la industria eólica ‘La Peñuca’ (mediante resolución de la Delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos), sobre la cumbre del mismo nombre, tendrá gravísimas consecuencias medioambientales y socioculturales. Las afecciones sobre el patrimonio natural y paisajístico del alzado de los 22 aerogeneradores previstos serán devastadoras.

IMPACTO TRANSPROVINCIAL

La industria eólica de la Peñuca – proyectada sobre la parte alta de la cuenca hidrográfica del río Nela, en el límite con Cantabria – se elevará sobre la cabecera del río Pas en Cantabria. En concreto, sobre la vertical de la localidad de San Pedro del Romeral, en la cuenca de visibilidad de magníficos ejemplos de arquitectura popular pasiega como el barrio de Omias de Arriba. De esta forma se estrecha el cerco sobre el Valle del Pas, cuyo patrimonio paisajístico se encuentra amenazado ya por la central aeroeléctrica de Valdeporres, en construcción en la actualidad.

Los proyectos eólicos emprendidos en territorio burgalés están colocando las cabeceras de los valles fluviales cántabros en una situación difícil. Mientras ‘La Peñuca’ consume etapas hacia su construcción definitiva, el valle del Asón ve su paisaje severamente dañado por la industria eólica ‘La Sía I’. A la expectativa queda el área del río Miera, pendiente del resultado del proceso de autorización de la central de ‘Los Tréboles’.

RESERVORIO GENETICO VITAL

La parte superior de la vertiente sur de la Peñuca, su vertiente norte, así como la propia zona de coronación donde se ubicará la industria eólica están ocupadas por una excelente formación de matorral subalpino y pastizal, formado, entre otras especies, por brezo, enebro rastero y arándano. Esta formación vegetal aparece entre las estrictamente protegidas por la Directiva Hábitats de la Unión Europea (UE). Además, la citada vertiente sur está ocupada en su parte inferior por un extenso hayedo en un excelente estado de conservación; se trata del hayedo que ocupa la cabecera del Arroyo Engaña, con una amplia biodiversidad.

El valor faunístico de la zona queda, a su vez, fuera de todo duda. El área de la Peñuca es utilizada como zona de reproducción y crianza por ejemplares de diferentes especies que, posteriormente, se dispersan por toda la Montaña Cantábrico-Burgalesa. Encontramos poblaciones de grandes mamíferos como el lobo ibérico, el corzo y el jabalí, además de ejemplares de especímenes de menor tamaño pero gran valor como el gato montés, entre otros.

Los diversos ecosistemas afectados por el alzado de areogeneradores y sus obras auxiliares componen también un territorio único para la avifauna; la práctica totalidad de las especies presentes están protegidas por el Anexo II del Convenio de Berna para la Protección de la Fauna y Flora Silvestre de Europa y las directivas Hábitats y Aves de la UE, además de estar catalogadas como de interés especial por el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas

El entorno del monte de la Peñuca alberga la única población estable de pito negro de la provincia de Burgos, goza de la presencia de la perdiz pardilla – especie con sólo tres zonas de nidificación en la Península Ibérica y cuenta con importantísimas colonias de rapaces como el águila real, la aguililla calzada, el aguilucho pálido o el milano negro.

Notas de Interés

  1. La autorización de la central eólica de La Peñuca incide en el total desprecio del proceso de industrialización eólica para con los convenios internacionales suscritos por España. En este caso, la Convención Europea del Paisaje, celebrada en Florencia, en octubre de 2.000, y que dio como fruto el Convenio Europeo del Paisaje, firmado por España, el cual se encomienda la tarea de ir introduciendo, en la sociedad y en las actividades económicas, los mecanismos que garanticen el respeto a la calidad del paisaje, entendiendo éste en todas sus dimensiones, no solamente estéticas, sino particularmente en sus raíces ecológicas y en la dinámica natural modelada por los procesos culturales que se desenvuelven paralelamente.
  2. Asistimos nuevamente a la quiebra de modelos de desarrollo emanados de la UE. La aprobación de La Peñuca entra en fuerte contradicción con los objetivos del Programa LEADER+ Merindades, donde se encuentra el área solicitada para la central eólica. A este respecto conviene no olvidar los objetivos que persiguen este tipo de programas: “incitar a los protagonistas rurales a reflexionar sobre el potencial de desarrollo de su territorio en una perspectiva de más largo plazo. (…). Los agentes locales aplican la estrategia original que ellos mismos han desarrollado. Experimentan así nuevas formas: de valorización del patrimonio natural y cultural, de mejora del entorno económico para la creación de empleo, de mejora de la capacidad organizativa de la comunidad. “
  3. Los terrenos ocupados por la central eólica “La Peñuca” son en su totalidad Montes de Utilidad Pública. El U.P 505 (Monte Río Nela), se vería afectado por las instalaciones eólicas, por ello consideramos que el elevado número de nuevos caminos de acceso a realizar, en un área donde se esta invirtiendo mucho dinero para la regeneración hidrológico – forestal en Montes de Utilidad Publica, hace que deba prevalecer la utilidad publica sobre la hipotética utilidad de la central eólica.