La Guardería de Fundación Naturaleza y Hombre observa varias rarezas ornitológicas en las Marismas de Alday

La guardería de la Fundación Naturaleza y Hombre observa tres rarezas ornitológicas poco frecuentes en España ya que sólo se avistan de forma puntual. Concretamente, se trata del correlimos canelo (Tryngites subruficollis), el correlimos pectoral (Calidris melanotos) y la lavandera cetrina (Motacilla citreola).

El correlimos canelo presenta un plumaje color castaño con su cara del mismo color. Sus patas son amarillas y cortas. Por su parte, los machos son de mayor tamaño que las hembras, y los polluelos son muy parecidos a los adultos aunque presentan un plumaje más claro en el vientre. Su población mundial es relativamente pequeña (de unos 25.000 ejemplares). Sus poblaciones han disminuido mucho a principios del siglo XX por la caza excesiva.

El correlimos pectoral (Calidris melanotos) presenta  una franja pectoral distintiva, completamente listada, rematando abruptamente contra la parte inferior del pecho en todos los plumajes, y profusamente moteada de pardo negruzco en el macho reproductor. Su hábitat natural son fangales y marismas herbáceas, y ocasionalmente playas. Visitante otoñal desde Norteamérica a Gran Bretaña e Irlanda.

Ambas especies de correlimos son habituales del continente americano. Crían en el norte del continente e invernan en el sur, en ocasiones se desvían durante la migración hacia tierras europeas donde se observa puntualmente como ave divagante. En España se han realizado observaciones en Galicia, Cantabria, Asturias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Canarias y Baleares.

Además de estas dos especies, se han observado en estos días otras aves: lavandera cetrina (Motacilla citreola), correlimos zarapitín (Calidris ferruginea), correlimos menudo (Calindris minuta) y tarro blanco (Tadorna tadorna).

El estado de conservación de la Marisma de Alday en la actualidad permite albergar multitud de especies ornitológicas de interés y singulares. Esto se fundamenta en el largo proceso de restauración ambiental realizado por Fundación Naturaleza y Hombre desde el año 2000, con la colaboración de diversas administraciones entre las que destaca el Ayuntamiento de Camargo.