Los participantes en la actividad de plantación.

Un bosque autóctono útil para todos

Empleados y clientes de Leroy Merlin se levantaron el pasado sábado 18 de febrero con ganas de comprometerse éticamente por la recuperación de los bosques.

En una acción empresarial de reforestación basada en el voluntariado, la convocatoria de carácter nacional se extendió simultáneamente por entornos urbanos de Alicante, Badajoz, Jerez, Albacete y Santander. Desde la Fundación Naturaleza y Hombre se eligió la finca de Rubalcaba, en las inmediaciones de Liérganes, Cantabria, en la que realiza custodia del territorio en el marco del proyecto LIFE Miera, para llevar a cabo esta acción ecológica.

Un grupo de trabajadores y amigos de la madera sostenible de Leroy Merlin de 45 personas, entre adultos y niños, se preparó con sus bolsas mochila, facilitadas por FNYH junto a información desarrollada en sus proyectos, para desarrollar un ameno día repleto de acciones medioambientales.

Los participantes durante la actividad de plantación de los diferentes árboles.

Los participantes durante la actividad de plantación de los diferentes árboles.

El esfuerzo por tener un entorno natural cuidado es una herramienta esencial de la sostenibilidad empresarial. Los participantes ya la aportaban con el entusiasmo con que emprendieron la jornada y el paseo hasta la finca. El resto de herramientas para la realización de los diferentes talleres y plantación de árboles fueron llevadas previamente por los educadores a las cercanías del enclave donde se llevarían a cabo las actividades.

Antes de ponerse manos a la obra para hacer bosque, los educadores ambientales de FNYH, explicaron de forma clara y concisa y adaptada para todo el público asistente los diferentes árboles autóctonos presentes en nuestro territorio, la importancia y el papel que juegan en la conservación de nuestros ecosistemas y unas útiles claves para reconocerlos en los paseos de campo. Los niños se entusiasmaron respondiendo con ímpetu y acertadamente a las cuestiones sobre reconocimiento de un árbol por sus hojas, corteza, frutos, etc.

El esfuerzo para hacer bosque con muchas manos se hizo más intenso cuando se entregó a cada participante arbolitos producidos en nuestro vivero del Pendo. La apuesta por estos pequeños árboles requería una sencilla introducción para garantizar el éxito de su enraizamiento reforzando la plantación con protectores de los ejemplares. Todos los voluntarios sintieron realmente que cambiaban el rumbo al plantar árboles en comunidad para así crear bosque. Fue un hermoso momento el de ver como las sonrisas se sumaron a la satisfacción por dejar su propia huella verde a través de esta actividad de reforestación.

Después de la plantación de árboles, los participantes en grupitos construyendo cajas para erizos.

Después de la plantación de árboles, los participantes en grupitos construyendo cajas para erizos.

Durante las actividades nos acompañaron los vuelos cercanos de muchos buitres leonados que durante un buen rato consiguieron obtener la atención y el asombro de todos.

Antes de seguir con las actividades previstas por el día,  todos aprovechamos de una pausa para tomar café, leche y productos típicos de Cantabria. Así como de productos ibéricos obtenidos en la Reserva Natural de Campanarios de Azaba, otro de los proyectos con que cuenta FNYH en Salamanca, dentro del marco del proyecto LIFE Club de Fincas por la conservación del Oeste Ibérico. Por supuesto no faltaron los comentarios ante la excelencia de estos productos alimentarios como el embutido ibérico, demandando más información sobre nuestras diferentes actividades y la gestión de nuestros tres proyectos LIFE realizados en colaboración con la Unión Europea.

La tarde nos sorprendió en marcha de nuevo con la construcción de tres diferentes “hogares” para nuestros amigos habitantes del bosque. En grupos de tres a cinco participantes se construyeron cajas nido para el gorrión común, cajas para los erizos y un hábitat para el lucano o escarabajo denominado también ciervo volante, por sus características antenas similares a la cornamenta del citado herbívoro.

Dos niños entretenidos construyendo cajas nido

Dos niños entretenidos construyendo cajas nido.

La curiosidad infantil sobre los habitantes salvajes que iban a ocupar esos hogares de naturaleza hizo que se sucedieran las preguntas durante la mañana en la que gozamos de un tiempo benigno que, permitió incluso disfrutar de una comida al aire libre en la misma finca donde dejamos nuestra huella verde.

Despedimos al grupo que llevaban su mochila cargada de vivencias y una buena acción a su espalda como es favorecer la reforestación de nuestro entorno. Sus sonrisas nos impulsa a seguir uniendo fuerzas por concienciar y sembrar la semilla de que todos somos responsables con el cuidado de nuestro medioambiente.

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