Abriendo camino al salmón atlántico
La lluvia por fin ha llegado y eso nos alegra por la vida silvestre, también porque pone a prueba la escala para peces migratorios como el salmón atlántico que en la presa de Rubalcaba, situada en el río Miera a su paso por la localidad de Liérganes, acabamos de construir.
Además de la sobrepesca, uno de los grandes obstáculos a los que se enfrenta el salmón atlántico para completar su ciclo vital, es físico. Ya que su vida se desarrolla entre el mar y el río donde nació pero, para retornar a la cabecera fluvial a desovar en las aguas limpias y frías, ha de salvar los obstáculos que se interponen en su viaje de retorno fluvial y así completar su peripecia de supervivencia.
Las modificaciones físicas de los cauces fluviales con canalizaciones artificiales, presas y obstáculos interpuestos al libre fluir del curso fluvial impiden el acceso de los salmones a los frezaderos o áreas de reproducción.
Si bien el salmón es una especie que forma parte de la biodiversidad del río Miera y que cada año vemos ascender hasta las inmediaciones de la localidad de Liérganes, no obstante la presencia de presas infranqueables, es decir barreras que los peces adultos no pueden sobrepasar de un salto, ya que en ocasiones superan el 1.20 metros de altura, impide que la especie pueda finalmente reproducirse en el río, lo que puede conllevar a la desaparición del salmón en el Miera.
El proyecto LIFE “Conservación de la Biodiversidad en el Río Miera” que cuenta con la empresa pública Medio Ambiente, Agua, Residuos y Energía de Cantabria S.A. (MARE) y la Consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social del Gobierno de Cantabria como beneficiarios asociados y además dispone del apoyo económico de la citada Consejería, de Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Agricultura yPesca, Alimentación y Medio Ambiente de España, y el instrumento financiero LIFE de la Unión Europea, tiene como uno de sus objetivos prioritarios, entre las 25 acciones en las que trabaja por la biodiversidad, la eliminación de las presas o azudes que impiden actualmente al salmón atlántico remontar el río.
Aunque existen otras obras hidráulicas en el río Miera, son tres saltos de agua los que suponen una auténtica atalaya para la migración del salmón: la presa de Revolvo o Regolgo, la presa del Arral o Las Monjas y la presa de Rubalcaba, todas ellas ubicadas en Liérganes y que antaño fueron construidas para impulsar los molineros harineros en sus riberas. La instalación de escalas o dispositivos de franqueo en estas presas, con la colaboración de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, permitirá por fin crear un hábitat permeable para el salmón atlántico.
50 centímetros separan al salmón atlántico de la supervivencia
Desde septiembre y hasta comienzos de noviembre del 2017, se han llevado a cabo los trabajos de permeabilización de la presa o azud de Rubalcaba, que han consistido en la creación de un estanque intermedio que facilite a los peces ascender el obstáculo de manera escalonada realizando un sencillo salto de 50 centímetros, a salvar en cualquier momento del año y no solo cuando el caudal es adecuado como ocurría hasta ahora, frente a los 3 metros de obstáculo infranqueable que supone la presa.
El estanque se ha situado en la margen izquierda del curso fluvial bajo una cascada natural, por la que discurre el río Miera y de la que se ha comprobado que presenta un caudal adecuado para facilitar el ascenso de los salmones y otras especies que se desplazan por el río como la trucha. La piedra natural seleccionada para syu construcción entre los cantos rodados del propio río ha sido utilizada para integrar la intervención fluvial con el entorno a la perfección.
Previamente a la puesta en marcha de los trabajos técnicos, se procedió al rescate de los peces a lo largo de un tramo de 400 metros aguas arriba y abajo de la presa. Acción de pesca eléctrica con la que se extrajeron los ejemplares piscícolas de truchas, piscardos y ánguilas europeas para trasladarlos a una zona fluvial tranquila y segura. De este modo se evitaron las molestias y alteraciones que pudieran ocasionarse en la ictiofauna durante el desarrollo de los trabajos.
Estos trabajos, los primeros que se realizan para la permeabilización fluvial en el marco del proyecto LIFE Miera, van a permitir el tránsito migratorio de la trucha desde la presa del Arral hasta el tramo alto del río. Queda todavía un gran reto por delante a desarrollar en el año 2018, como es la permeabilización de la presa del Arral o las Monjas. Así completará la ruta migratoria que abrirá el camino al salmón atlántico hasta las zonas más aptas para su reproducción situadas en el curso alto del río Miera.
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