UN NUEVO EJEMPLAR DE MORITO COMÚN LLEGA A LAS MARISMAS DE ALDAY

El pasado invierno llegaron a la Laguna Dulce de Alday 18 ejemplares de morito común procedentes de Doñana. Uno de ellos, permaneció en el humedal camargués hasta el pasado mes de agosto, fuera ya de su época de invernada. Desde la marcha de éste, no se había vuelto a ver a ningún individuo de esta especie en la marisma. Hasta ayer, cuando un morito adulto hizo acto de presencia en Alday. Su llegada constituye una prueba más de que, tras los trabajos de recuperación llevados a cabo por la Fundación Naturaleza y Hombre, este humedal costero se está consolidando como uno de los refugios de aves acuáticas más importantes de la bahía de Santander.

El Morito se caracteriza por el color de su plumaje, rojo oscuro con reflejos purpúreos y verdosos, aunque visto desde lejos llega a parecer totalmente negro. Inconfundible es su pico, de color oscuro, muy largo y curvado hacia abajo y sus patas, también largas y oscuras. En cuanto a su tamaño, oscila entre los 55 a 65 cm de longitud y puede medir entre 80 y 95 cm de estatura.

Este ave migrante e invernante se prodiga poco por tierras cántabras. Durante la última temporada invernal se detectó la presencia de 18 ejemplares llegados a Alday procedentes de Doñana, y otros 22 en las marismas de Santoña. Finalizada la época de invernada, todos ellos emprendieron la marcha. Excepto un morito joven, que permaneció en la marisma camarguesa hasta el mes de agosto. No se había vuelto a observar ningún otro ejemplar de esta especie hasta esta misma mañana, cuando se ha detectado la presencia de un morito adulto en la Laguna Dulce. Hay que destacar además que no se trata de ninguno de los ejemplares que invernaron en Alday el pasado año, ya que en esta ocasión el ave porta una anilla diferente.

Refugio de aves

Los trabajos desarrollados en Alday desde el año 2000 dieron como uno de sus frutos, la recuperación de la Laguna Dulce: 21 hectáreas que suponen la primera etapa de regeneración del humedal. Ya durante los primeros días de inundación de los terrenos en otoño de 2001, la continua llegada de aves acuáticas fue sorprendente. Desde entonces, se han contabilizado más de 150 especies diferentes, algunas de ellas muy destacadas como el propio Morito, la Garza Imperial, el Avetorillo, el Sisón, el Aguilucho Lagunero o la Cerceta Carretona.