Los pottokas de FNYH en la Montaña Pasiega y Oriental

Los caballos de FNYH, guardianes de la Naturaleza

El Astillero, 22/03/2016

FNYH comienza una serie de artículos sobre los caballos presentes en varias reservas de la Fundación y cómo mejoran con su pastoreo el estado de los hábitats. Esta nueva función es clave para la conservación de las razas de ganado autóctono, que se encuentran amenazadas tras el abandono de los usos típicos.

En su objetivo de conservar no sólo la Naturaleza sino también el patrimonio etnográfico y las actividades tradicionales del ser humano, entre ellas la ganadería, FNYH gestiona un rebaño de ovejas lachas y varias razas de caballos.

Las razas de ganado autóctonas se encuenttran amenazadas

Los equinos, fundamentales para FNYH

La evolución en los medios de transporte, la mecanización del campo y la pérdida de la agricultura y ganadería tradicionales han provocado que el caballo, la mejor ayuda del hombre en el pasado, haya quedado generalmente reducido al ámbito deportivo o de ocio. En este campo las razas españolas pueden no ser tan competitivas o polivalentes como las europeas, al tener unas condiciones físicas diferentes. Por ello, varias razas originarias de la Península han entrado en la categoría de “En peligro de extinción” según el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España.


Las razas locales, cualquiera que sea la especie, forman parte no solo de nuestra fauna, sino también de nuestro patrimonio cultural, pues responden a un proceso de adaptación de miles de años que les ha llevado a convertirse en las más idóneas para vivir en ese medio concreto. Son testimonios vivientes de nuestro pasado y de la evolución del lugar que habitamos. Por esta razón, cada vez que se extingue una raza autóctona perdemos parte de nuestra identidad.

Caballos pequeños y resistentes

El ganado autóctono es un elemento cultural

FNYH lucha por evitar su desaparición encontrando nuevas aplicaciones a tres manadas de caballos autóctonos en peligro de extinción. La serie trata semalmente sobre cada una de las razas presentes en varias reservas y su relación con los hábitats naturales: los retuertas en la dehesa salmantina, los losinos en las marismas, y los protagonistas de hoy, los pottokas en los pastos de montaña.

Los pottokas

El pottoka, “pequeño caballo” en euskera, desciende del tronco celta de caballos cantábricos, al igual que el losino y el asturcón, compartiendo la mayoría de los rasgos físicos con sus parientes de la Cordillera Cantábrica. Mide alrededor de 125 cm  y pesa 200 kg de media, por lo que lo único que le diferencia a simple vista del losino es el tamaño.

Caballos pequeños y resistentes

Aspecto general del pottoka

Raza autóctona del País Vasco, solo se admite la capa castaña muy oscura o negra. Tiene orejas pequeñas y móviles, crin negra lisa y espesa, y unas extremidades delgadas pero potentes. Con cuerpo musculoso, presentan un carácter rápido, fiel y muy resistente. En la actualidad sus usos han quedado reducidos a mantener pastados y limpios los montes que habitan, además de ser una raza ideal para los niños que se inician en la equitación dada su facilidad de aprendizaje y nobleza.

Capa castaña muy oscura, rasgo de la raza

Capa castaña muy oscura, tamaño de poney y  resistencia, rasgos de la raza

En Junio de 2015 Fundación Naturaleza y Hombre y Lucy Rees, etóloga equina de prestigio internacional, firmaron un acuerdo por el que la especialista en comportamiento y doma natural de caballos donaba una pequeña manada de pottokas a la Fundación. Los animales fueron introducidos en la Reserva Biológica Campanarios de Azaba, que forma parte del LIFE+ Nature Oeste Ibérico Club de Fincas. La doma natural consiste en ganarse la confianza del caballo basándose en su lógica, y no tratando de imponerle nuestra voluntad a la fuerza. Se busca una armonía con el animal mediante la cooperación mutua.

Actualmente, los pottokas pastan en la Red de Fincas de la Montaña Pasiega y Oriental de Cantabria, donde FNYH realiza labores de recuperación y mantenimiento de bosques. Parte del desbroce necesario para prevenir incendios forestales se hace utilizando variedades locales de ganado doméstico, especialmente con razas autóctonas, contribuyendo de este modo a evitar su desaparición y fomentando la pervivencia de la ganadería extensiva, esencial para mantener abiertas y limpias áreas de nuestros espacios naturales.

Un pottoka pasta en la Red de Fincas

Los pastizales de montaña necesitan herbívoros

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