FNYH inaugura la Estación Biológica de la Reserva Campanarios de Azaba

La Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH) ha inaugurado esta mañana la Estación Biológica Campanarios de Azaba, dentro de la Reserva del mismo nombre, en un acto en el que ha congregado a diversos colaboradores de su proyecto “Conservando la biodiversidad en el Oeste Ibérico” y a agentes clave del desarrollo rural de la zona.

Así, han estado presentes Paule Gross, de la Fundación MAVA, quien ha hecho los honores en el descubrimiento de la placa conmemorativa; Juan Carlos Martín, de la Junta de Castilla y León; María Matas, técnico de la Fundación Biodiversidad; Carlos San Félix, director de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Grupo Cementos Portland Valderrivas; Marta Martín, en representación de Obra Social Caja Madrid, así como varios alcaldes de la zona, como La Alamedilla, la Encina, Martiago y Espeja.

Este nuevo centro de investigación facilitará el trabajo de los equipos científicos que trabajan en la zona, ya que cuenta con oficinas, laboratorio y una sala de recepción de visitantes. La Estación Biológica se abastece con energías renovables, como placas solares, de tal modo que se convierte en una instalación sostenible.

Avances en la conservación del Oeste Ibérico: FNYH

Durante el encuentro, se presentaron los avances del proyecto, de la mano de las principales entidades implicadas en el mismo, FNYH, el Centro Hispano Luso de Investigaciones agrarias (CIALE) de la Universidad de Salamanca y el Centro Iberoamericano de Biodiversidad de la Universidad de Alicante (CIBIO).

Carlos Sánchez, presidente de la FNYH, destacó la puesta en marcha de un importante programa de reforestación, con la plantación de más de 1.100 ejemplares de encinas y alcornoques, especies íntimamente ligadas a la dehesa, y los trabajos que han permitido regenerar el hábitat 6310:podas (desmoches y olivados), resalveos, franjas anti-incendios (en la práctica totalidad del perímetro de la finca), recogida y acúmulo de material sobrante de las podas (madera y ramaje) y desbroces y limpias de matorral competidor en aquellas zonas con exceso de biomasa.

Asimismo, explicó que se han rehabilitado tres estanques temporales mediterráneos, con la consecuente mejora de la biodiversidad de especies de flora y fauna asociados a los mismos. Estos espacios se encontraban con problemas como la existencia de plantas invasoras y la falta de vegetación asociada por sobreexplotación ganadera y malos hábitos en la realización de estanques por parte de la antigua propiedad.

La creación de un punto de alimentación para aves necrófagas ha sido otro de los elementos destacados, puesto que ha permitido mejorar los recursos tróficos de especies como el buitre negro o el alimoche. El programa de gestión de conejo implementado también está íntimamente ligado a este objetivo, por lo que se ha construido un centro de cría de conejo de monte.

El presidente de la FNYH detalló igualmente que  se está realizando el seguimiento de varios grupos de especies de fauna en la Reserva, mediante puntos de observación de aves rapaces, estaciones de escucha para paseriformes, foqueos nocturnos para mamíferos, muestreo de macroinvertebrados, anfibios, reptiles y colocación de cámaras trampa. Todo esto se ha podido observar durante el recorrido por la Reserva posterior a la inauguración de la Estación Biológica.

La construcción de un palomar tradicional para recuperar los niveles de población de las palomas y recuperar parte del patrimonio arquitectónico cultural  de Castilla y León, así como la instalación de plataformas para favorecer la nidificación de cigüeña negra y el buitre negro son otras de las acciones realizadas.

Aurora Santos, responsable del área de educación ambiental de FNYH en Campanarios de Azaba explicó que se ha desarrollado un intenso programa de educación ambiental con 19 centros escolares y con la población local, favoreciendo la creación de una red de voluntariado en la zona.

Avances del CIALE y del CIBIO

José Sánchez, investigador del CIALE, explicó que esta entidad se encarga del estudio ecológico y de distribución de las diferentes especies de hongos presentes en la Reserva Biológica Campanarios de Azaba, lo que permitirá valorar no sólo la biodiversidad micológica, sino también el estado de conservación de los diferentes hábitats presentes en dicha Reserva.

En este sentido, se ha prestado especial atención a la delimitación geográfica de los tres hábitats prioritarios presentes, estanques temporales mediterráneos, zonas subestépicas de gramíneas y anuales del Thero-Brachypodietea, y Bosques aluviales de Alnus glutinosay Fraxinus excelsior . Con el fin de restaurar estos ambientes, se han recolectado semillas de las especies más características, para las cuales se están desarrollando protocolos de germinación que permitirán la producción de plántulas en la cantidad que sea requerida. Ello favorece la preservación de la biodiversidad genética local ya que se evita tener que recurrir a material de vivero de origen desconocido o alóctono.

Por su parte, Estefanía Micó, investigadora del Instituto Universitario de Investigación del CIBIO ha explicado los principales avances de este centro en el conocimiento de las poblaciones de insectos que habitan en la Reserva.

Micó ha destacado la identificación de tres especies de insectos incluidas en el Anexo II de la Directiva Habitats:  Euphydrias aurinia (LEPIDOPTERA), Cerambyx cerdo(COLEOPTERA) y Limoniscus violaceus (COLEOPTERA).

El estudio y seguimiento de las poblaciones de insectos saproxílicos como indicadores del estado de conservación y evolución de los hábitat prioritarios de la zona objeto del proyecto, ha recobrado, si cabe, un mayor protagonismo debido a que dos de las especies incluidas en la Directiva Habitats arriba mencionadas pertenecen a este gremio.

Los insectos saproxílicos constituyen el mayor porcentaje de la biodiversidad forestal. Entre ellos encontramos numerosas especies amenazadas que dependen, de distinta forma, de una gran variedad de microhábitats relacionados con la madera muerta. A lo largo de un año de muestreo se ha registrado la presencia en la finca de tres especies “Amenazadas” y dos “Casi amenazadas” a nivel europeo aplicando los criterios propuestas por la UICN (2001). Dos de ellas, incluidas a su vez en la Directiva Hábitats, resaltó Micó.

Los resultados preliminares revelan que la elevada biodiversidad de especies saproxílicas que se encuentra en la reserva es un ejemplo de cómo se mantiene una alta riqueza de especies y se conservan poblaciones viables de varias especies amenazadas gracias a la conservación de árboles añosos y a la existencia de oquedades en los árboles que han sido producidas mediante usos agrosilvopastorales tradicionales y culturales del medio. Estos resultados constituirán la base que permita arbitrar medidas para incluir en los planes de gestión de estos hábitats mediterráneos.

La Reserva Biológica

La Reserva Biológica Campanarios de Azaba abarca una superficie de 522 hectáreas dentro de la provincia de Salamanca, en el corazón de los espacios Red Natura 2000 del Oeste Ibérico.

“Conservación de la biodiversidad en el Oeste Ibérico, Reserva Campanarios de Azaba”, es un proyecto LIFE+ muy ambicioso que está contribuyendo al aumento de los niveles demográficos de numerosas especies protegidas, entre ellas, el buitre negro, la cigüeña negra, el águila imperial ibérica y el búho real. Además, debido al intenso trabajo de conservación y restauración que se seguirá haciendo en la zona, se considera que la presencia de estas poblaciones crecerá y se consolidará con el tiempo.

El proyecto de rehabilitación no hubiera sido posible sin la colaboración de numerosas entidades públicas y privadas, como la Comisión Europea (a través del programa LIFE+ Naturaleza), MAVA, la Fundación Biodiversidad, Obra Social Caja Madrid, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, la Fundación Patrimonio Natural, la Junta de Castilla y León, Pórtland Valderrivas o Red Eléctrica Española.