Cientos de truchas aparecen muertas en el Alto Miera

La población de truchas del tramo alto del río Miera corre peligro. La Sociedad Cántabra de Pesca Conservacionista ‘Fario’ ha denunciado el envenenamiento de centenares de ejemplares el pasado viernes día 8 de julio.

Según ha explicado este colectivo, varios vecinos avistaron truchas muertas flotando sobre el río Miera, por lo que decidieron comunicárselo a esta asociación, que se personó en el lugar de los hechos. «El panorama que nos encontramos fue desolador y nos encontramos con cientos de truchas muertas flotando a lo largo de un tramo aproximado de quinientos metros», relata su vicepresidente, Víctor Sobrino Vázquez de la Peña.

Además, siempre según la versión aportada por esta asociación conservacionista, varios lugareños han contado que vieron un vehículo sospechoso, sobre las 10 horas de la mañana del viernes. Al parecer, uno de sus tres ocupantes portaba una caña de pescar, mientras que sus dos acompañantes le estarían custodiando. Las mismas fuentes indicaron a ‘Fario’ que estos tres sospechosos, que abandonaron el río en torno a las tres de la tarde, no eran conocidos de la zona.

Productos químicos

Este tipo de prácticas viene siendo habitual en la región en los últimos años. Los furtivos aprovechan la merma del caudal durante los meses de verano y vierten ciertos productos químicos para dejar sin oxígeno el agua, provocando la asfixia de cientos de truchas y otras especies piscícolas, incluidos un sinfín de invertebrados, en un radio de acción insospechado.

«Y todo ello para llevarse un innumerable número de truchas, bien para la venta , bien para consumo propio», denuncian desde un colectivo que «viene pidiendo a la Administración local y regional desde hace ya bastantes años medidas persuasorias para reforzar la vigilancia en los ríos de Cantabria». Reclaman, también «modificar la normativa en cuanto a sanciones, endureciendo estas tanto en lo económico como en los posibles arrestos». En el fondo, resumen, «es necesario tener en cuenta que estamos ante atentados ecológicos de suma gravedad».

Fuentes: SPC. Fario y Diario Montañés