Sentencia contra el Ayuntamiento de Camargo en relación al convenio Áreas para la Vida

Recoge todas las peticiones de FNYH y considera que las reservas estaban en un buen estado de conservación

El Astillero, 12/04/2012.- El Juzgado de lo contencioso administrativo nº 1 de Santander ha fallado a favor de la Fundación Naturaleza y Hombre en el pleito que esta organización mantenía con el Ayuntamiento de Camargo respecto a los trabajos realizados en las reservas incluidas dentro del Convenio Áreas para la Vida, es decir, la Marisma de Alday, el Pozón de la Dolores, Monterín, Peñas Negras y la Sierra del Pendo.

La sentencia, que ya es firme y estimatoria de las peticiones que la FNYH hacía en el recurso contencioso administrativo interpuesto frente el Ayuntamiento de Camargo, deja claramente acreditado el cumplimiento por parte de la FNYH del Convenio Áreas para la Vida y declara plenamente justificada la subvención concedida por el Ayuntamiento a esta entidad.

La paralización administrativa fue iniciada por el Consistorio injustificadamente a la vista del contenido de la resolución judicial y actualmente lo sigue perpetuando ante el incumplimiento reiterado de las obligaciones que contrajo en el Convenio Áreas para la Vida. El Ayuntamiento dejó de pagar lo convenido en dicho acuerdo en 2010, pese a que éste se firmó en 2001 y se mantiene vigente por 30 años. Por tanto, desde 2010 hasta el día de hoy no ha entregado los fondos necesarios para la conservación ni de Alday ni del resto de espacios naturales.

El ayuntamiento de Camargo acusó a la FNYH en el año 2009 de no cumplir adecuadamente sus compromisos, argumentando falta de intervención en algunos de los espacios.

La sentencia deja claro que la Fundación actuó debidamente cumpliendo todos sus compromisos. Así, cita que el grado de cumplimiento de los objetivos es “más que satisfactorio” y destaca el “buen estado de las poblaciones vegetales en las Marismas y la presencia de especies animales”, reconociendo que éste es “fruto de un intenso trabajo de restauración y conservación”. Lo mismo indica para el Pozón de la Dolores, Sierra del Pendo, Monterín y Peñas Negras.

FNYH, comprometida con Áreas para la Vida

Bajo el convenio Áreas para Vida se realizan actuaciones en los principales enclaves de la naturaleza de Camargo, tales como la marisma de Alday o el Monterín, recientemente incorporado por la Junta Vecinal de Igollo. Pero todas estas actuaciones se realizan en solitario por la FNYH desde el año 2010.

Pese a ello, FNYH no ha cejado en un su empeño por conservar estos enclaves. “Es nuestra responsabilidad preservar estos enclaves para garantizar la vida de estos tesoros de la naturaleza”, señala Carlos Sánchez, su presidente.

Los ciudadanos de Camargo y Cantabria y sus asociaciones pueden disfrutar de una marisma, como la de Alday, cuya riqueza ornitológica invita a conocerla en todas sus estaciones. Con la invernada de miles de aves, durante las migraciones o incluso en verano, con las especies reproductoras y donde, gracias a 20 años de continuado trabajo, ahora se puede observar un bosque de ribera, que ha creado un cinturón que envuelve la reserva y reduce el impacto visual de un entorno industrial y urbano.

La protección y recuperación de la marisma de Alday se inicia hace ya 20 años, en 1992, momento en el que se inicia la compra de terrenos y se va obteniendo la financiación para iniciar las primeras obras, como los diques o la casa de la naturaleza. Diferentes instituciones y empresas privadas colaboraron en esta iniciativa y diversos han sido también los contratiempos y amenazas que ha sufrido este humedal a lo largo de este tiempo.

Las Áreas para la vida en general y la Marisma de Alday en particular ha sido un programa profusamente reconocido y premiado, y un buen ejemplo de colaboraciones sociales, ya que ha sido un proyecto realizado lentamente, sin grandes inversiones públicas, con el apoyo de multitud de asociaciones culturales y sociales, generador de mucho empleo destinado a su conservación.

FNYH tiene una vocación de permanencia en los lugares donde trabaja, entendiendo la conservación como un compromiso a largo plazo, en donde sirve de poco los proyectos de corta duración. Es el fuerte compromiso con sus áreas prioritarias de trabajo, lo que ha hecho que la naturaleza resurja en estos sitios y sean ahora, lo que es Alday, un oasis en el asfalto.

La sentencia completa puede consultarse en el siguiente archivo.