cortafuegos en la Montaña Pasiega

FNYH abre cortafuegos silvopastorales para prevenir incendios en el marco de la Recuperación Forestal de la Montaña Pasiega

La Fundación Naturaleza y Hombre ha iniciado la tarea de abrir cortafuegos que protejan las repoblaciones forestales de arbolado autóctono realizadas por esta entidad en la Montaña Pasiega de Cantabria.
Los cortafuegos se realizan con desbrozadoras mecánicas, roturando una franja de quince metros de ancho a lo largo del perímetro de las plantaciones. Se elimina principalmente matorral formado por tojo y brezo. En zonas de alto riesgo de propagación de incendios, el desbroce se complementa con el cavado de una franja de tres metros perimetrales para dejarlos desprovistos de vegetación. Estas tareas requieren un importante esfuerzo humano. Para mantener los cortafuegos abiertos, un centenar de ovejas lachas pastorean la zona repoblada y el perímetro de la plantación, de modo que se frene el crecimiento de la vegetación. El pastoreo en la Red de Fincas del Alto Pas–Miera y en los montes de su entorno se complementa con vacas pasiegas, caballos y burros de la Fundación Naturaleza y Hombre.

Durante siglos, los incendios se sucedieron cada invierno en la Montaña Pasiega, y en toda España, particularmente cuando sopla el viento sur. Eran fuegos provocados por ganaderos con el fin de quemar el matorral y favorecer el crecimiento del pasto en primavera. Sin embargo, tras el abandono rural operado en las últimas décadas, el aumento de la masa vegetal combustible ha hecho que los incendios sean imposibles de controlar como antaño y la quema no se limite ya al matorral que se preveía eliminar para favorecer el pasto, sino que arrasa el arbolado y superficies mucho mayores de las que el ganadero preveía, incluso bosques enteros, de ahí que haya sido prohibido hacer fuego en el monte sin permisos especiales y éstos solo en condiciones específicas
con equipos especializados y dotados de medios para controlarlos.
El carácter heliófilo de matorrales como el tojo, hace que en la actualidad esas especies se vean favorecidas por el paso del fuego, consiguiendo el efecto contrario al buscado por el incendiario. En aquellas zonas donde la población de herbívoros ya no siega a diente ni frena con su pisoteo el crecimiento vegetal, en lugar de favorecer el pasto, el fuego fomenta el rebrote y la expansión de ese tipo de matorral. Los incendios son altamente destructivos para la regeneración natural.
También arrasan plantaciones jóvenes como las que realiza la Fundación Naturaleza y Hombre que desde 1999 trabaja en la recuperación de la Montaña Pasiega (www.fnyh.org) en colaboración con diferentes entidades públicas y privadas. En 2014, la fundación celebra el XX Aniversario de su
constitución para la conservación de la biodiversidad.