RELATO
LA MONTAÑA PASIEGA Y ORIENTAL
La Montaña Pasiega y Oriental de Cantabria, Castilla-León y País Vasco, concentra las cabeceras de los valles de Pas, Miera, Asón y Soba. Además, se incluyen las vertientes sur y este del macizo, situadas en las provincias de Burgos y Vizcaya, con los valles de Trueba y Carranza, respectivamente.
En esta montañas vive de nuevo una especie emblemática de las altas cumbres, el rebeco. Estos animales habitan la parte más alta de la montaña. Se parecen mucho a las cabras pero tienen el pelo más clarito, con los cuernos más pequeños y un antifaz en la cara que les hace inconfundibles.
Son una especie que desapareció de toda la Montaña Pasiega. Bueno, en verdad, la Montaña Pasiega ha sufrido muchos cambios, según cuentan los ancianos y la historia. Antiguamente había grandes bosques, prados y pueblos pequeños, lo que favorecía la existencia de muchas especies distintas de fauna y flora.
Poco a poco, el ser humano fue transformando todo el territorio. Cada zona fue alterada dependiendo del aprovechamiento que se hiciera de ella. En concreto, la montaña pasiega, sufrió a finales del siglo XVI una deforestación masiva para la construcción de los navíos por la Armada. También se utilizó leña transformada en carbón para fundir el hierro con el que se hacían los cañones que iban dentro de estos barcos. Se cortaron más de 10 millones de árboles y la Montaña cambió para siempre, tras una transformación sin precedentes que sorprende hoy en día.
Cuando realizaron esta tala masiva, los paisanos que colonizaron la zona, los pasiegos, descubrieron que sin tanto árbol tenían más pastos para sus animales domésticos, entonces empezaron a quemar el monte como forma de mantener a raya el matorral y el prebosque. Tristemente, esta costumbre ha llegado hasta nuestros días.
Todas estas actividades supusieron tal transformación del territorio que muchas de las especies de animales y plantas que vivían aquí desaparecieron, como los osos, las nutrias, los urogallos y los rebecos.
En esta zona tuvo su origen la Fundación Naturaleza y Hombre. Hoy en día es una de sus áreas prioritarias de actuación. Gracias a la Fundación, volvemos a ver rebecos. Hace unos años, trajimos unos pocos de Picos de Europa y lo reintrodujimos aquí. El proyecto ha sido todo un éxito de 32 rebecos que soltamos aquel día, hoy son más de 200.
Lo mejor de todo es que los rebecos no son los únicos que se han visto beneficiados. La Fundación empezó a plantar árboles y arbustos propios del lugar, es decir, flora autóctona como robles, abedules, hayas, fresnos, servales, etc. Ya vamos por 250.000 árboles plantados.
Nuestros vigilantes apagan los incendios cuando estos se acercan a las plantaciones, siempre están de guardia por esta zona. Muchas veces les acompañan voluntarios y colegios de Cantabria a plantar; niños, abuelos, jóvenes, todos juntos limpian, plantan y cuidan los árboles. Esto ha favorecido que muchas especies de aves busquen aquí refugio en su paso migratorio y un lugar de reproducción para muchas otras que viven todo el año.
Ha mejorado también la conectividad de la vida silvestre de un valle a otro, lo que permite que muchas especies se puedan mover con menor riesgo de ser capturadas por sus depredadores. La reforestación ha contribuido a la creación, formación y asentamiento del suelo en la cabecera de los ríos, lo que favorece la asimilación de este recurso fundamental, el agua, evitando la erosión, las escorrentías y las inundaciones que se producen río abajo.
En la Montaña Pasiega, nacen los ríos Asón, Miera, Pas-Pisueña, Trueba, Nela, Engaña y Carranza. De tres de ellos, Asón, Miera y Pas- Pisueña viene casi el 50% del agua potable que consume Cantabria.
También cuidamos y hemos creado muchos espacios únicos como las charcas y restaurado turberas, dónde las ranas bermejas y sapos parteros pueden poner sus huevos y desarrollar su ciclo vital. Esto ha favorecido mucho a uno de los animales más divertidos y juguetones que se conocen, la nutria. Se las puede ver pasar desde lo alto de la montaña de un valle a otro cazando, jugando con las piedras y los troncos que se encuentran a su paso, buscando su nuevo hogar.
Nuevas especies han llegado a la cabecera del río Miera como los Salmones. Antes, estos peces no podían remontar el río porque estaba lleno de obstáculos. El ser humano construyó presas a lo largo del río para desviar y aprovechar el agua, de esta manera los peces no podían subir o bajar el río debido a la altura de estas obras. La Fundación Naturaleza y Hombre ha conseguido adaptar tres presas del río Miera y con ello, se ha logrado la conectividad fluvial. Ahora los salmones y el resto de especies pueden remontar el río para poner su huevos y completar su ciclo vital por lo que el río Miera vuelve a ser un río salmonero después de 200 años sin esta especie abocada casia la extinción.
La Fundación sigue trabajando. Los guardas continúan censando las especies y apagando los incendios. Nuestros equipos también suben a hacer cortafuegos, plantar y cuidar las razas de ganado (oveja lacha, burro de las encartaciones y caballos losino e hispano-bretón) en peligro de extinción que tiene la Fundación. Las ovejas son las más numerosas y ayudan a mantener nuestros bosques libres de matorral. Ellas no están arriba en la montaña durante todo el año. Les empiezan a subir del pueblo en primavera para que vayan pastando entre los árboles que hemos plantado. De esta manera, si viene el incendio, pasa superficialmente entre los árboles y no les llega a matar. Después, cuando empieza el frío, recogemos a todo el rebaño y lo bajamos de nuevo al pueblo donde tienen cobijo y comida. Los nuevos corderos forman parte de un programa de consumo “pro-biodiversidad” con otros ganaderos y organizaciones conservacionistas. El proyecto respalda a ganaderos de ovino en extensivo por sus prácticas tradicionales y respetuosas con el medio ambiente.
Además, ponemos en valor el patrimonio cultural único de la Montaña Pasiega.
Entre todos formamos el equipo de Fundación Naturaleza y Hombre. Tenemos como propósito que la Montaña Pasiega y Oriental vuelva a ser lo que era, grandes peñas con inmensos bosques y abundante diversidad viviendo en paz.
ODS – MONTAÑA PASIEGA Y ORIENTAL
CORDILLERA CANTÁBRICA ORIENTAL
VÍDEO
LA MONTAÑA PASIEGA Y ORIENTAL
RED DE FINCAS DE LA MONTAÑA PASIEGA Y ORIENTAL
La comarca pasiega, territorio delimitado por las cabeceras de los ríos Pas, Pisueña y Miera, presenta hoy un paisaje de singular belleza. Componen el núcleo central de la comarca las tres villas pasiegas: San Pedro del Romeral, San Roque de Riomiera y Vega de Pas.
En este mosaico de valles y abruptas montañas se localiza la Red de Fincas del Alto Pas-Miera, conjunto de fincas de alta montaña distribuidas por los términos municipales de San Roque de Río Miera, Vega de Pas, Ruesga, Arredondo y Soba, que son gestionadas por FNYH.
La singularidad del paisaje pasiego es herencia, en primer lugar, de la actividad en los astilleros de la región en los siglos XVII y XVIII, que provocó una fuerte deforestación en los montes pasiegos al existir una ingente demanda de madera tanto en la Real Fábrica de Artillería de La Cavada y Liérganes, donde la madera era utilizada como combustible para la fundición del hierro; como en los Astilleros de Guarnizo, donde la madera era utilizada para la construcción de los navíos de la Armada Española. En segundo término, es legado de la actividad ganadera extensiva, asociada al modo de vida pasiego, que ha potenciado los prados en detrimento de los bosques.
El objeto de la Red de Fincas del Alto Pas-Miera es contribuir a la mejora de la Montaña Pasiega y Oriental, desde una perspectiva ambiental y cultural. Para ello, FNYH desarrolla una importante labor de reforestación con planta autóctona en la Red de Fincas, rehabilita cabañas pasiegas e implanta una gestión silvopastoral en sus fincas mediante rebaños de ovejas lachas, que, pastando en ellas previenen los incendios derivados de las quemas de rastrojos. Además, gestiona rebaños de razas autóctonas locales como la vaca roja pasiega, el caballo losino y el burro español. Tanto la vaca pasiega como la oveja lacha se crían dentro de las premisas de la ganadería ecológica, certificada por el Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Cantabria.
El aumento de superficie forestal en la Red de Fincas reporta una serie de beneficios ambientales: fijación del suelo frente a la erosión, incremento en la complejidad de los ecosistemas y, por ende, de los nichos ecológicos para diferentes especies animales y vegetales y mejora de la calidad paisajística del espacio.
En definitiva, la Red de Fincas participa en la creación de un corredor ecológico de pequeños bosques que mejoren la comunicación para la fauna forestal (corzos, pícidos, gato montés, jabalí, azor, etc.) entre los bosques de la Montaña Pasiega, aumentando la permeabilidad de especies en un territorio mayor (Comarca del Pas, Asón, Montaña Burgalesa, Comarca del Besaya).
Colaboradores:
- Unión Europea Programa Life
- Gobierno de Cantabria Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca
- Ministerio de Medio Ambiente Dirección General de Conservación de la Naturaleza y Dirección General de Desarrollo Rural
- Unión Europea Programa INTERREG IIIB
OFICINAS CENTRALES FNYH
Dirección: Av. De España Nº 25 Entlo, 39610 El Astillero Cantabria
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DELEGACIÓN PARA PORTUGAL
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CASA DE LA NATURALEZA-MARISMAS DE ALDAY
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Tlf: 679 181 472
educacionambiental@fnyh.org
DELEGACIÓN PARA SUDAMÉRICA
Iguazú iguazuconservation@fnyh.org
ECOMUSEO-FLUVIARIUM DE LIÉRGANES
Dirección: C/ Camino Real, 9, 39722 Liérganes, Cantabria
Tlf: 942 52 81 96
fluviarium@fnyh.org
DELEGACIÓN PARA ÁFRICA
Tanzania fundacion@fnyh.org
VIVERO Y CENTRO ETNOBOTÁNICO EL PENDO
Dirección: 39609 Camargo, Cantabria
Tlf: 942 25 88 08
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ESTACIÓN BIOLÓGICA CAMPANARIOS DE AZABA
Dirección: Camino de La Alamedila, SN 37497 Espeja, Salamanca
Tlf: 923481401
campanarios@fnyh.org