Entrevista a Raquel Oña, de la Asociación de Criadores del Caballo Losino El Bardojal
“El caballo losino sigue en peligro de extinción aunque su situación no es tan mala como en los años 80 cuando llegó a haber tan solo 60 ejemplares”. Raquel Oña, de la Asociación de criadores de caballo losino El Bardojal, impartió una conferencia sobre esta raza en la Casa de la Naturaleza, en una iniciativa organizada por la Fundación Naturaleza y Hombre, en colaboración con el Ayuntamiento de Camargo.
Pregunta: La Asociación El Bardojal ¿La crearon para frenar la desaparición del caballo losino?
Respuesta: Sí, efectivamente la creamos en 1996 para frenar evitar su desaparición. Integra a todos los criadores de este animal, y los objetivos son cuatro: recuperación, consolidación, pervivencia y difusión de esta raza. Fue muy importante también la creación en 1998 por parte de la Junta de Castilla-León del libro genealógico de la raza losina.
¿Lo están consiguiendo? ¿Cuántos caballos quedan?
La situación ha mejorado aunque sigue en peligro de extinción. En 1930, había cerca de 6.000 cabezas, pero la mecanización del campo hizo que este animal no tuviera ya utilidad. En 1984, la situación era muy mala, sólo quedaban 60 amimales, pero, desde hace unos años ha mejorado y, en la actualidad, existen 765 animales.
¿De dónde es originario este animal?
Se le sitúa en el Paleolítico Superior, cuarenta mil años antes de Cristo, y aunque hay distintas teorías acerca de que desciende del caballo de raza árabe o de la época celta, los estudios que tenemos nos indican que esto no puede ser así. Lo cierto es que el área origina de cría es en las Merindades; en el norte de la provincia de Burgos, y que ha tenido un desarrollo extraordinario en el valle de Losa.
¿Cuáles son sus características fundamentales?
Se utilizaba para labrar los campos y no necesita mucha alimentación. Su alzada se corresponde con la del tamaño poni; su peso oscila entre los 300-350 kilos, y alcanzan, de media, los veinte años de vida.
¿Fue el caballo de la Reconquista?
Fue el caballo utilizado en la conquista de América y, algunos autores, afirman que fue empleado en la Reconquista de España. De hecho, se especula con que este tipo de caballo era el que montaba El Cid.
¿Sus principales beneficios para el medio ambiente?
Son evidentes. Contribuyen a la disminución de especies invasoras ; a mantener los monte s pastados y a la pervivencia de la ganadería extensiva, así como al equilibrio del hábitat.
En colaboración con la Fundación Naturaleza y Hombre los introdujeron en las marismas de Alday. ¿Qué tal se están adaptando a la región?
Sí, en el 2008, introdujimos 16 caballos en las marismas de Alday para utilizarlos como método de control del plumero y la chilca, especies de flora alóctona que causan estragos en la bahía. Lo cierto es que se están adaptando bien.