La FNYH ha avistado un Quebrantahuesos en la Montaña Oriental de Cantabria

La pasada semana, miembros de la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH), fundación conservacionista cuyo principal campo de trabajo se encuentra en Cantabria,  han avistado un ejemplar de Quebrantahuesos inmaduro en la Montaña Oriental de Cantabria. Se trata de una especie en grave peligro de extinción en Europa cuyo hábitat está en las zonas de montañas con espacios abiertos, dotadas de grandes barrancos o acantilados. Los quebrantahuesos suelen compartir hábitat con rebecos. En Cantabria era una especie extinguida desde hace años centrándose su distribución en España, hasta el momento, en el área pirenaica y prepirenaica, con algunas apariciones en el Principado de Asturias.

El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) recibe su nombre por su costumbre de remontar el vuelo con huesos y caparazones entre sus garras hasta grandes alturas para soltarlos después y comer la médula de su interior. Se estima que el 75% de su dieta se compone de lo que obtienen de los huesos de grandes animales muertos. Es un ave de alas largas y estrechas, con cola larga en forma de rombo y la cabeza recubierta de plumas, al contrario que el resto de buitres. Su plumaje varía en función de su edad pasando hasta por 4 coloraciones.

 Se trata de una especie amenazada en amplias zonas de su distribución, y en el continente europeo es un animal en grave peligro de extinción que ha desaparecido de varias regiones donde antes era abundante entre ellas de las montañas cántabras.

Las causas que están provocando su extinción son principalmente; el uso ilegal de cebos envenenados, los incidentes relacionados con las líneas eléctricas localizadas en zonas de montaña, próximas a collados o laderas de mediana y alta altitud por ser lugares de paso frecuente provocando la muerte por colisión o electrocución así como la caza ilegalagresión cada vez menos frecuentes gracias a la protección de las especies y a una mayor concienciación y sensibilidad por parte del colectivo de cazadores. El quebrantahuesos se ve igualmente amenazado por factores como: transformación y pérdida de hábitat debido a la construcción de grandes infraestructuras en áreas de montaña, las molestias directas producidas por la actividad humana en zonas sensibles como barrancos o grandes cortados rocosos y el abandono de las prácticas ganaderas tradicionales y los cambios de los métodos de explotación.

La Montaña Oriental, un espacio natural favorable para los quebrantahuesos.

La Montaña Oriental de Cantabria, también conocida como Montaña Pasiega, es uno de los parajes más fascinantes de la Cordillera Cantábrica, tanto por sus atrayentes valores naturales como por su importancia etnográfica. Esta área de montañade abarca más de 117.000 hectáreas  repartidas entre Cantabria, Vizcaya y Burgos  hectáreas se caracteriza por la existencia de frondosos bosques de haya, acompañada de acebos y tejos. En las laderas más secas y soleadas aparece el encinar cantábrico, quedando las cumbres tapizadas por tupidos brezales atlánticos, sustento de una gran biodiversidad.

Estas zonas están pobladas por una rica y variada fauna, entre la que encontramos el lobo, el jabalí, el corzo o el rebeco. Sin embargo, si por algo destaca la Montaña Oriental es por su enorme valor ornitológico; en sus abundantes cantiles rocosos anidan rapaces como el buitre leonado, el alimoche, el águila real o el halcón peregrino. Asimismo, sus bosques dan cobijo a los conocidos pájaros carpinteros, como el picamaderos negro, otras rapaces como el gavilán y el azor y pequeños pajarillos forestales.

Parques Eólicos.

La montaña oriental no solo se ha convertido en un hábitat favorable para el quebrantahuesos o el rebeco, sino también para una población de alimoche (Neophron percnopterus) y de otras rapaces rupícolas que sitúan a esta montaña, compartida entre Cantabria, País Vasco y Castilla y León, como el hábitat idóneo para especies en peligro de extinción.

Razón por la cual, la Fundación Naturaleza y Hombre alertó, el pasado mes de marzo, sobre la posible construcción de industrias eólicas en la montaña , un espacio con un paisaje con grandes valores culturales, Entre las consecuencias que puede provocar la instalación de una industria de estas características, está la afección sobre la fauna, en particular sobre las aves, y en especial a las planeadoras, como el buitre leonado o el alimoche, especies de las que existen poblaciones muy importantes en el inmediato de la montaña oriental así como el caso del quebrantahuesos  o el alimoche.

Esta instalación, además,  repercutiría negativamente en el paisaje y aumentarían la penetrabilidad humana, debido a la necesidad de construir caminos y carreteras de grandes dimensiones aptas para la circulación de transporte pesado para el traslado de las enormes palas de los aerogeneradores. Además, sería necesaria la construcción de instalaciones complementarias, como edificaciones, tendidos eléctricos kilométricos o subestaciones eléctricas. Todas estas modificaciones perjudicarían esta zona de la Montaña Oriental y a todas las especies que habitan en ella.